Maravillada Sigo sorprendida y asombrada por lo que logramos durante las sesiones, incluso después de tanto tiempo. Las imágenes que me llegan son imágenes que jamás habría podido inventar. Al conectar con el alma de la persona que me contacta, accedo a sus emociones; busco especialmente aquellas que desequilibran su flujo energético. Imagen Recibo imágenes que descifro como un rompecabezas: las emociones que sienten las personas. Sé cuán profunda, cuán enterrada está la emoción cuando se me muestra que tengo que descender a las profundidades, a lo más profundo de la oscuridad. Mi sí/no A medida que avanzaban las sesiones, se me vino mi propio diccionario. Además, mi test kinestésico, mi percepción de mi "sí/no" me ayuda enormemente en mi investigación. Del estado de ánimo a su origen Percibo estados de ánimo, veo y percibo el estado emocional de la persona; percibo tanto la alegría como el dolor, la ira, la impaciencia... y así llegamos a la raíz de estas emociones que causan problemas. Los orígenes pueden ser múltiples; los descubrimos como las capas de una cebolla. Al ritmo del cuerpo La liberación emocional es tan poderosa que relaja el cuerpo y alivia la tensión, generando una sensación de cansancio, pero a la vez placentera, de ligereza. La liberación debe producirse a un ritmo que el cuerpo acepte y acepte. Tríada He descubierto que se requiere una serie de tres sesiones para lograr un trabajo profundo. Obviamente, este número deberá adaptarse según la magnitud del trauma emocional, las liberaciones realizadas previamente y el compromiso de la persona para cambiar sus antiguos patrones de vida. Depende de nosotros crear, depende de nosotros soñar en grande. “Nadie está atado a lo imposible” Santo Tomás de Aquino